Martín Díaz / La Nube
La crisis de ingobernabilidad en Ciudad Victoria es cada vez más grave. La semana pasada, la prensa documentó la alteración de actas y videos en Cabildo, un claro delito de Falsificación de Documentos Públicos. Esta semana, la violencia institucional se quitó la máscara digital y se volvió personal: escaló de un tijeretazo a la verdad a la intimidación directa.
Desde el Senado de la República, la Licenciada Odilia Almazán Aguilar ha lanzado una denuncia pública devastadora, señalando directamente al Alcalde Eduardo «Lalo» Gattás Báez como el presunto orquestador de una campaña de violencia en su contra.
El Acoso como Política Pública
La denuncia de la Licenciada Almazán es un catálogo de violencia que ningún funcionario público, y mucho menos un alcalde, debería encabezar:
- Daño Directo: Le pincharon las cuatro llantas de su camioneta, un acto de amedrentamiento que va más allá de la crítica política.
- Difamación Cobarde: Es atacada con páginas falsas de Facebook (que ella califica de «cobardes»), donde se expone su domicilio, y se publica información personal de su familia y amigos para ridiculizarla.
- Guerra Sucia con Pretexto: Se le acusa falsamente de ser abogada de un violador, una burda manipulación que intenta desviar la atención de la verdadera causa de las agresiones: una denuncia en la Fiscalía Anticorrupción que ella presentó contra Gattás.
El Alcalde, que según la denunciante «no soporta la crítica» sobre el estado de baches y el abandono de Victoria, está usando presuntamente la maquinaria de gobierno o sus operadores para silenciar a quienes exigen cuentas.
La denuncia de Odilia Almazán se suma a la de «muchas mujeres» que, según sus palabras, han sido violentadas por el mismo Alcalde.
Es urgente que las autoridades pongan un freno al Alcalde, estamos hablando de violencia de género e intimidación política que busca silenciar la voz de la oposición y de la sociedad civil.
La violencia no es un exceso del poder de Gattas, es su método. Y mientras el gobierno lo tolere, el continuará con la violencia como política publica de su gobierno.









