Por Oscar Díaz Salazar
Antes de ser presidente municipal de Madero, Tamaulipas, Erasmo González Robledo viudo de Carmona Ángulo, fue diputado federal en dos legislaturas, es decir en casi un sexenio, y años antes fue diputado al Congreso local, en la legislatura 62, que fue el semillero del primor tamaulipeco o sea la corriente de neopriistas que hoy gobiernan con las siglas de morena.
Destaco la trayectoria legislativa de Erasmo González Robledo, para señalar que pese a su amplia experiencia en órganos de gobierno colegiados, tanto en las actividades del pleno, como en las comisiones legislativas, parece que se le olvidó que también los Ayuntamientos son asambleas en las que las decisiones se toman por el consenso y el voto de las mayorías.
Erasmo González Robledo de Delgado (Mario), es el presidente de la asamblea que ejerce el gobierno municipal, y si bien preside las deliberaciones del colegiado, su voto es igual al del resto de los integrantes del Ayuntamiento.
Pero eso de dar el trato que merecen sus compañeros de Cabildo, trato de pares, nada más no le gusta al precursor del guachicol fiscal en Tamaulipas y por eso es que ha limitado las sesiones de Cabildo al mínimo, al grado de violentar lo que expresamente señala el Código Municipal para el Estado de Tamaulipas que a la letra dice:
ARTÍCULO 42.- Para resolver los asuntos de su competencia, los Ayuntamientos sesionarán por lo menos una vez por mes en los municipios que cuenten con menos de cien mil habitantes; por lo menos dos veces por mes en los municipios que cuenten con más de cien mil y hasta doscientos mil habitantes; y, por lo menos tres veces por mes en los municipios que cuenten con más de doscientos mil habitantes.
De acuerdo al Censo de Población y Vivienda realizado por el INEGI en el año 2020, en el municipio de Madero hay 205, 933 habitantes, por lo que el presidente municipal debería estar convocando a por lo menos tres sesiones en cada mes, pero resulta que a la fecha, 5 de junio de 2025, solamente han celebrado 13 sesiones con carácter ordinario y si acaso una extraordinaria, la inaugural, dando un promedio (de 1.6) menor a dos sesiones al mes, considerando que ya han transcurrido ocho meses desde la toma de posesión.
La omisión reiterada de las obligaciones, son causas para la suspensión o revocación del cargo para los integrantes del Ayuntamiento, como lo indica el artículo 38 del Código Municipal. En ese supuesto está el presidente municipal y a esa situación ha llevado a todos y cada uno de los integrantes del Cabildo.
Si es por ignorancia, le recomendaría al Zar del guachicol que se lea el Código Municipal para el Estado de Tamaulipas. Lo debería haber hecho antes del primero de octubre del año pasado, cuando tomó protesta del cargo.
Si es por incompetencia de su secretario del Ayuntamiento, simplemente cámbielo.
Y si es por vanidad, por no querer compartir protagonismo con regidores y síndicos, tendrá que aguantarse y conformarse con las sesiones de culto a la personalidad denominadas mañaneras, que esas si se llevan a cabo religiosamente, semana tras semana, sin fallar ninguna, sumando a la fecha 36 sesiones.