Martín Díaz / La Nube
En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, México logró una hazaña de la que pocos países podrían presumir: más de tres mil agresiones contra periodistas y casi 50 asesinatos, acompañados de una impunidad del 90% en crímenes contra la libertad de expresión. Como si el mensaje no estuviera claro, el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo ya arrancó su cuenta con dos periodistas asesinados. Hoy, Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, el gremio en México no recibe flores ni discursos; recibe balas y silencio oficial.
La realidad es cruda: ser periodista en México es como jugar a la ruleta rusa, pero con el gobierno observando, en silencio, con la “amenaza” de seguir dando “abrazos” a los responsables de estos crímenes.
«Herencia sangrienta: los crímenes contra periodistas en el sexenio de AMLO y el inicio mortal de Sheinbaum»
